La estadística dice que más del 75% del transporte de mercancías en Europa se realiza en ese tipo de vehículo industrial que coloquialmente llamamos camión. De hecho, la disponibilidad de la gran mayoría de los productos que compramos a diario en nuestros pueblos y ciudades depende en buena medida de que nada altere la movilidad -y rentabilidad- de los transportistas y las flotas de vehículos que los llevan de un sitio a otro.

Y es precisamente ahí, en esa importante función social y económica encomendada al transporte por carretera, donde el neumático juega un papel fundamental. Porque no se trata de un componente más de los camiones, sino que es un elemento especial, crítico desde el punto de vista de la eficiencia del transporte: económica y medioambiental. Por eso, el cliente de este tipo de neumáticos es especialmente exigente, le va la economía en ello. Es un cliente profesional cuyo negocio rueda si lo hacen adecuadamente los neumáticos de su camión.

De la adecuada elección de unos neumáticos u otros, según el tipo de uso, de rutas y recorridos, que realiza un camión, se deriva un mayor o menor consumo de combustible, una determinada tasa de emisiones contaminantes a la atmósfera y hasta un mayor o menor número de kilómetros recorridos durante la vida útil del neumático. De manera que podríamos llegar a pensar que elegir unos neumáticos inadecuados por parte de un transportista o flota de vehículo industrial no sólo repercute en la disponibilidad del producto que se transporta o en la diligencia en su entrega, sino que también puede afectar al precio del mismo si ese transporte es ineficiente, e incluso derivar en un indeseable sobre impacto medioambiental.

Así pues, elegir con criterio un neumático tiene consecuencias directas sobre la rentabilidad de la actividad transportadora que realiza un camión. Esa rentabilidad depende, como hemos señalado, de la eficiencia energética del neumático, pero también de su duración y de si fue diseñado para su posterior recuperación, siempre que sea posible, mediante procesos de recauchutado. En resumen: una sabia elección del neumático de camión optimiza los costes operativos del transporte al reducir el consumo de combustible y aumentar el rendimiento kilométrico.

Con todo, la dimensión económica del neumático de camión no agota su importante función social. En absoluto. Junto a los vehículos industriales dedicados al tráfico de mercancías están también los que prestan servicios de transporte de pasajeros. Nos referimos a autobuses y autocares. Concurren en este tipo de vehículos similares requerimientos de optimización operativa desde el punto de vista de la gestión económica de las empresas que los explotan, pero se subrayan, además, los relativos a la seguridad durante la conducción cualesquiera que sean las condiciones climatológicas y de la vía.

¿De qué depende la elección de un neumático de camión u otro? 

En primer lugar de si se va a usar para transporte regional o internacional. Pero también de si se van a montar en vehículos destinados al transporte siempre por carretera bien pavimentada o no, como ocurre en los que trabajan en obras públicas.

En las cortas y medias distancias, genéricamente denominadas “regionales”, los profesionales y empresarios del transporte valoran especialmente el coste por kilómetro del neumático. Se circula en condiciones más variadas: con más paradas y arranques, en trazados mixtos que combinan carreteras principales y secundarias, tramos rectos y con curvas, con buen tiempo y con condiciones climatológicas adversas que afectan a la vía y al tráfico. Los clientes profesionales del camión buscan en estos casos un producto de máxima duración y recauchutable. Los fabricantes de neumáticos trabajan especialmente la banda de rodadura y el diseño.

En las distancias largas, por autopistas, autovías y carreteras principales, donde se circula a altas velocidades, los clientes suelen fijarse más en el ahorro de combustible y aspectos como el agarre en mojado. Se impone optimizar los costes operacionales mediante la máxima eficiencia energética. Y eso se consigue con una acertada mezcla de estructura del producto y materiales.

Merece una mención especial el neumático destinado a camiones que trabajan en obras. Este tipo de vehículos suele circular bastante a menudo por superficies irregulares mal pavimentadas y acostumbran a operar cargados al máximo. De ahí que los fabricantes de neumáticos trabajen diseños específicos para sus bandas de rodadura y carcasas especialmente duraderas: se buscan, entre otras, funcionalidades de máxima tracción y resistencia a los desperfectos.

Tendencias del neumático de camión 

El mercado de los neumáticos de camión es un buen termómetro para medir la salud de la economía. Después de cinco años de caídas en las ventas de neumáticos para vehículo industrial, algunas muy acusadas en lo peor de la crisis económica, entre 2007 y 2012, el ejercicio de 2013 supuso un punto de inflexión con un alza de más del 10% en la demanda de producto.

En 2014 la tendencia se mantuvo y parece que este 2015 va a seguir la misma senda. Más allá de la repercusión que este crecimiento de la demanda tiene sobre el sector del neumático, el auge del neumático de camión refleja una reactivación del transporte de mercancías en nuestro país, indicador que viene a respaldar los datos positivos de la macro economía española.

Si algo caracteriza al neumático de camión es el aporte constante de innovación que realiza la industria que lo produce. Esta inversión continua en la mejora de los neumáticos se concreta en nuevas funcionalidades de producto (y, como ocurre en el caso de los de turismo, tanto en materia de materiales como en la introducción de sensores que controlan, por ejemplo, la presión o el desgaste), pero también de servicio, con programas que miden la eficiencia operativa del uso de un determinado neumático u otro en flotas de vehículos.

 

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