El neumático es una de los elementos de seguridad activa más importantes de un vehículo, por ello su buen uso y correcto mantenimiento debe ser una labor prioritaria para el conductor. A veces por desconocimiento o dejadez se descuida dicha labor. A continuación se incluyen algunas nociones y conceptos prácticos básicos que todo usuario de un vehículo debería conocer ya que son vitales para su propia seguridad. Asimismo, cuando se detecte alguna de las situaciones que se describen a continuación, lo más aconsejable es ponerse en manos de un profesional.

Tipo de desgastes

Un neumático sufre numerosos desgastes y daños a causa del uso. Si la profundidad del dibujo es inferior a 1,6mm (medida establecida por la UE como límite mínimo para la profundidad de los surcos del neumático), esto se traduce en una pérdida importante de agarre que afecta gravemente a la seguridad del vehículo y sus ocupantes.

Asimismo, la existencia de desgastes irregulares también reduce la adherencia e incrementa el riesgo. Estos desgastes suelen ser síntoma de un posible problema mecánico del vehículo o de un incorrecto mantenimiento del mismo.

El desgaste irregular puede producirse en el centro del neumático, cuando presentan una profundidad menor que en los laterales de la banda de rodadura, pero también puede producirse al contrario, la profundidad de los surcos en esta zona es correcta, es decir superior a 1,6mm y, sin embargo los extremos o zonas laterales del neumático están totalmente desgastados, otras veces, los neumáticos presentan una pérdida total o parcial del dibujo en una zona aislada o varias zonas de la banda de rodadura, producidos por un mantenimiento no adecuado de los neumáticos y/o del vehículo.

Por último, en ocasiones, el desgaste deriva de que la goma es arrancada totalmente, con una pérdida parcial o total del dibujo. En estos casos, es aconsejable la sustitución inmediata del neumático.