Daños frecuentes

Además de los desgastes, el neumático puede sufrir daños que son visibles desde el exterior y que indican un posible deterioro en la estructura del neumático. Dichos daños también afectan directamente a la seguridad.

En primer lugar, se puede producir la rotura de la carcasa del neumático, por fatiga. En estos casos, el aspecto exterior del lateral del neumático puede evidenciar un problema en la estructura –rotura- del mismo, por sobrecarga o falta de presión. En estos casos, se recomienda la revisión inmediata por parte de un especialista.

En segundo lugar, se puede apreciar daños localizados. El neumático presenta cortes en su estructura, tanto en el lateral como en la banda de rodadura. También se aconseja acudir a un especialista.

En tercer lugar, es posible que se origine la rotura localizada de la carcasa. Suele estar provocada por una deformación excesiva por impacto. Normalmente, se suele presentar con un abultamiento visible en el lateral. Lo aconsejable si esto ocurre, es la sustitución inmediata del neumático.

Por último, otro daño que puede evidenciar el neumático es tener la goma agrietada. El neumático presenta grietas visibles en la superficie que puede indicar un deterioro en la estructura del neumático. En estos casos, la sustitución inmediata es lo más recomendable.