La necesaria paralización del país por causa de la situación tan excepcional que estamos viviendo, ha dejado a nuestros vehículos inmovilizados durante semanas. Muchos usuarios se preocupan por las baterías del coche sin tener en cuenta que otros componentes también se resienten. Los neumáticos “sufren” esta inmovilidad y hay que revisarlos por su capital importancia en la seguridad.

Nos encontramos en una situación similar a la estival. Coches parados en una misma posición mucho tiempo, en ocasiones en la calle y bajo las inclemencias del tiempo.

Esta paralización tiene distintas consecuencias:

Deformación por plano en banda de rodadura

Este fenómeno se produce cuando un vehículo ha estado estático durante un periodo de tiempo prolongado. El neumático sufre una deformación en la banda de rodadura debida a la presión constante del peso del vehículo sobre un mismo punto de apoyo. En este caso en el momento de poner en marcha el vehículo se puede producir el “flatspot”. El flatspotting es un ligero temblor que se produce cuando un neumático ha estado parado mucho tiempo en la misma situación.

De manera natural cuando un neumático entra en circulación se calienta y adquiere una flexibilidad imprescindible para adaptarse a las irregularidades de la calzada. En cambio, cuando ha estado parado mucho tiempo, siempre con el mismo peso en el mismo punto de apoyo, el neumático puede aplanarse, y, al circular, hasta que éste se caliente y vuelva a coger flexibilidad, puede vibrar. Sin embargo, en algunas circunstancias esta deformación puede persistir. Esto dependerá del tiempo de estacionamiento, de la carga a la que haya sido sometido, de los cambios bruscos de temperatura y de la calidad del neumático. Por supuesto un neumático ancho y bajo tendrá menos riesgo de sufrir aplanamiento puesto que hay mayor superficie de contacto con el suelo y se puede repartir mejor el peso del vehículo.

Neumáticos agrietados

El agrietamiento de los neumáticos tiene más relación con la edad de la goma que con la situación de paralización. El problema es que tener un neumático parado todavía agrava más el deterioro de la goma. ¿Quién no ha tenido nunca una bicicleta nueva en casa durante meses y cuando la ha ido a usar se ha encontrado los neumáticos prácticamente cuarteados? Lo mismo pasa en los vehículos. La goma tiene una vida útil y tenerla parada no frena el deterioro.

Baja presión de los neumáticos

Ya hemos hablado en muchas ocasiones de la presión de los neumáticos y sabemos que es importante comprobarla regularmente. En esta ocasión, igual que ocurre después de la estación estival, es necesario revisarla, ya que con toda seguridad habrá disminuido estos días. Es importante no esperar a que salte la alarma (en el caso de tenerla en el coche) para pasar por la gasolinera y comprobarla. Se trata de 5 minutos que pueden ser vitales. Por supuesto el riesgo aumenta si el coche ha estado aparcado sometido a grandes cambios de temperaturas o en zonas muy ventosas (por ejemplo, cerca de la costa).

El primer día de salida del confinamiento debemos tener nuestro coche a punto y para ello nada más necesario que la revisión de uno de los elementos de seguridad activa más importante del vehículo: los neumáticos.

 

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